Alquimia mental y el poder del pensamiento para moldear la realidad – II
Ahora que hemos refrescado y hablado en el último artículo del poder del pensamiento y las creencias como parte de las herramientas que tenemos para la transformación de nuestra realidad, veamos el rol que tiene la parte emocional del ser humano en ello también.
El papel de las emociones en la potenciación de la realidad
El otro aspecto crucial de la creación mediante el pensamiento es la importancia de las emociones como catalizadores. Los pensamientos que se sostienen con emoción tienen un poder multiplicador. Una idea acompañada de una emoción intensa, ya sea positiva o negativa, se manifiesta con mayor rapidez y fuerza que un pensamiento o creencia puramente intelectual. Cuando nos decimos a nosotros mismos «quiero conseguir tal cosa», si está respaldado por sentimientos de confianza, entusiasmo y determinación, su “onda de proyección” estará amplificada positivamente, del mismo modo que, pensamientos de miedo o duda intensificados por emociones negativas también tienden a manifestarse con mayor rapidez por tener igualmente más potencia, pudiendo crear igualmente con mayor facilidad obstáculos y dificultades, pero siempre como reflejo de lo que nosotros hayamos proyectado.
Como ya sabéis, tanto REC como SC siempre han fomentado que el ser humano emita con mayor fuerza este tipo de proyección más negativa de las cosas, y, de ahí, una gran parte de todo lo que percibimos como lo que sucede en la realidad común, pero, como os decía como respuesta a una pregunta en X, todo lo que sucede siempre tiene dos caras. REC y SC nos mostrarán e intentarán y tratarán de que manifestemos o vivamos siempre la «cruz» de las cosas, pero nosotros podemos buscar y siempre llegarás a encontrar la «cara» de «eso», tras lo que puedes darle la vuelta, y usar cualquier evento a tu favor, porque es tu realidad, tu proyección y tu interpretación de esta y, con la ayuda de tu YS, todo lo que te suceda siempre puede interpretarse desde la cara “A” de cada moneda que emitas y cada situación que manifiestes en tu vida.
Por lo tanto, las emociones son combustible que dan vida, intensifican, amplifican y potencian las ideas, los pensamientos, las creencias y todo aquello que emites y, por ello, para moldear conscientemente la realidad de cada uno, es fundamental alinear nuestros pensamientos con nuestras emociones para reforzar el tipo de experiencia que deseamos crear.
La conexión entre emociones y la imagen física
Luego, si “externamente” las emociones elevan y potencian el tipo de “onda proyectiva” que estemos generando hacia el plano mental, y luego hacia la manifestación de nuestra realidad material, a nivel “interno”, y en muchos aspectos de la vida, la relación entre las emociones y la salud física es un tema esencial.
En artículos anteriores os he comentado que el cuerpo físico no es un sistema independiente de la mente, sino una expresión y manifestación directa de la consciencia, incluyendo pensamientos, creencias y emociones. También es posible que cueste entender esto, pero es el mismo mecanismo. Si el mundo “de fuera” es cosa tuya y de lo que proyectas según estás “por dentro”, tu cuerpo y tu avatar es igualmente tu proyección holográfica “fisiológica” de cómo te ves, sientes y crees que eres tu mismo/a. Por lo tanto, tu avatar refleja cómo eres a múltiples niveles de programación, no solo la parte más externa de la personalidad con la que ahora nos podemos identificar, sino también parte de esas creencias inconscientes que moldean cómo somos y cómo es nuestro mundo sin que sepamos que forman parte de nosotros, y que están recreándolo continuamente sin, aparentemente, nuestro permiso o consentimiento.
Si yo tengo una apariencia determinada, hay una parte que la he heredado genéticamente del combinado de ADN y energías que mis padres me han dado, pero el “molde” y organismo que tengo, al final, es un reflejo de todo lo que yo soy internamente, manifestado en un cuerpo que responde a mi estado energético, emocional, mental y espiritual con una estructura e imagen determinada, basado en una plantilla etérica escogida por mí alma y YS para cada encarnación. La suma de todo lo que eres internamente, es lo que tu cuerpo fisiológico refleja en el espejo cuando te miras cada mañana.
Por lo tanto, estas energías internas, pensamientos sobre lo que eres o crees que eres, las emociones que sientes o que reprimes, las creencias que tienes de las que eres consciente o no lo eres, y la programación que rige tu psique y estructura mental, moldean no solo nuestra percepción de la realidad, sino también la estructura y el funcionamiento de nuestro cuerpo a múltiples niveles. Por ello, y como nos estamos concentrando en este artículo en el tema emocional, os hago hincapié en que nuestras emociones tienen un impacto profundo en nuestra salud, en cómo nos vemos y en cómo nos proyectamos hacia los demás, ya que actúan como intermediarias entre la mente y la materia, influyendo en la manera en que nuestro cuerpo responde, cambia, se adapta o se sana o recupera.
Como alguna vez os he comentado, el cuerpo fisiológico responde como mucha precisión al estado de salud del cuerpo etérico, y el cuerpo etérico está continuamente recibiendo “input” del estado emocional y mental de todo lo que somos. Los que habéis realizado el webinar sobre los problemas de salud causados por bloqueos psicosomáticos o el de las alergias ya habréis visto que el cuerpo siempre responde, y es un reflejo, del estado de la psique, del cuerpo emocional y de nuestras funciones y equilibrios o desequilibrios etéricos y energéticos. Por ello, las causas de las cosas que nos pasan, sean enfermedades o sea un estupendo bienestar físico, también dependen únicamente de nosotros (aunque, igualmente es correcto, haya detonantes o factores externos que activen o alteren, remuevan cosas, desactiven o mejoren todo ello), mostrando que, aunque los factores externos pueden desempeñar un papel importante como catalizadores de procesos, nuestra salud y cómo respondemos a todo lo que nos pueda influenciar «desde fuera» está profundamente vinculado a nuestra vida emocional y mental.
Comprender esta conexión es lo que nos empodera para tomar un papel activo en el mantenimiento de nuestro cuerpo, no solo a través de hábitos físicos y el cuidado que le prestemos, sino también mediante la gestión consciente de nuestras emociones y creencias, y procurando entender que el holograma de tu avatar es el reflejo del holograma interno de tu mente y estado energético.
Como ejercicio, ponte delante del espejo, mírate y pregúntate: ¿por qué soy así a nivel físico? Y empieza a buscar respuestas a todas esas cosas que ves en ti y que, quizás, quisieras ver de otra manera. El primer paso es realmente que llegue ese momento y punto de entender la razón de la imagen que tienes y de porqué tu holograma corporal es cómo es y no de otra manera.
El cuerpo como reflejo de las emociones
Por lo tanto, el cuerpo físico es una manifestación de la conciencia, y se muestra a nosotros con una imagen reflejada en nuestros yoes cronológicos y fisiológicos y, como tal, refleja el estado emocional de la persona, pues cada célula, impregnada de energía consciente con la información que necesita para hacer su función, responde a los patrones emocionales que predominan en nuestra vida, igual que responde a los parámetros codificados en el ADN y gestionados por el centro instintivo y los programas de la mente que rigen cada función corporal.
Cuando buscas y potencias emociones positivas, sea alegría, amor, gratitud, etc., estas energías se traducen en estados físicos de una frecuencia más armoniosa que favorecen la salud y el bienestar. Obviamente, y, por el contrario, emociones como el miedo, el estrés y la tristeza prolongada pueden generar desequilibrios energéticos que eventualmente se manifiestan como malestares, desajustes de algún tipo o dolencias.
Siempre recordad que somos seres integrales, donde nuestra mente, nuestros sentimientos, nuestro cuerpo y nuestros niveles álmicos y espirituales están profundamente interrelacionados. Nuestras emociones no son meras respuestas a los eventos de la vida, solamente energía reactiva, sino que, por el contrario, tenéis que verlas como fuerzas creativas que influyen directamente en la manera en que nuestro cuerpo funciona y se adapta, además de como potenciadores para el contenido mental de aquello que forma parte de vuestro mundo en cada momento.
Las creencias y su impacto en la salud del cuerpo
Luego, el mismo papel que tienen las emociones en nuestro estado de salud lo tienen también nuestras creencias, especialmente aquellas creencias subyacentes sobre nosotros mismos y cómo pensamos que somos, estamos y debe ser nuestra salud (y cualquier otra área de nuestra vida), llegando a desempeñar otro papel crucial en el bienestar físico. Como os decía en el artículo anterior, las creencias actúan como un filtro que interpreta nuestras experiencias y, tanto a nivel de realidad “externa” como de nuestro estado de salud, determinan cómo el cuerpo responde a ellas.
Si creemos que nuestro cuerpo es frágil o propenso a enfermedades podemos estar enviando mensajes constantes de vulnerabilidad a nuestras células, órganos, sistemas internos, etc., creando un entorno que favorece la aparición de dolencias, porque el “holograma corporal” se adapta a ello para mostrar lo que se le pide que manifieste por el “molde interno” que creamos mental y emocionalmente sobre el este. Al revés es el mismo proceso, confiando en nuestra capacidad para sanar y mantenernos sanos se puede generar y favorecer la aparición de un estado interno que refuerza la vitalidad y la resiliencia física.
Este proceso no implica culpabilizarnos o fustigarnos por nuestros problemas de salud, ni porque nos hayamos resfriado o porque nos duela una rodilla, pues en las causas de todo ello pueden existir una compleja combinación de componentes kármicos, evolutivos, espirituales y temas necesarios para el crecimiento personal en los que ahora no estamos indagando, pero si que tenemos un nivel significativo de influencia sobre nuestra salud al trabajar conscientemente tanto con nuestras emociones como creencias sobre cómo creemos que estamos, deberíamos estar o es adecuado que nuestro cuerpo esté en cada momento.
Las emociones como mensajeras
En este contexto, nuestras emociones son como mensajeras esenciales que nos proporcionan información sobre nuestro estado interno. Las emociones que asociamos a conceptos negativos, en lugar de ser vistas como “malas” o algo que debe evitarse, son señales que nos indican desequilibrios o conflictos internos que necesitan atención, y los «yoes» que regulan esas emociones «negativas» no tienen una función de ser «los malos» dentro de nuestra psique, sino asistir a comunicar desequilibrios, temas sin resolver o procesos que tengan que ser identificados y sobre los que aun no hayamos puesto énfasis, consciencia ni trabajo suficiente para poder sanarlos.
Al identificar, poner esa consciencia y atención sobre su “mensaje”, y procesarlas, liberamos su carga energética y también permitimos que el cuerpo regrese a su estado natural de equilibrio, pues, como hemos comentado en otras ocasiones y os transmito en los cursos de la escuela, el cuerpo tiene una capacidad innata para sanarse a sí mismo, una vez identificamos, entendemos, comprendemos aquello que lo interfiere y trabajamos los bloqueos, patrones emocionales, creencias negativas persistentes, etc., que lo impiden. A pesar de todo lo que llevamos a cuestas en términos de programación «restrictiva» en muchos aspectos, el cuerpo está diseñado para mantener el equilibrio y la salud, pues la base del troodón fisiológica de la que parte el ser humano ya tenía esa funcionalidad por defecto, y simplemente necesita un entorno emocional y mental que respalde este proceso.
De la misma manera, cuando estamos lidiando con la recuperación de un problema de salud, nuestras emociones y creencias juegan un papel crucial en este proceso de recuperación. Emociones positivas como la esperanza, la gratitud y la confianza en la sanación suelen acelerar el proceso, intensificando las creencias y patrones mentales, pensamientos y programación de que todo está yendo bien y camino de la recuperación, lo cual no implica negar el estado actual que uno tenga, y si todavía no estamos recuperados, pues aun no lo estamos, pero si que sirve para crear el entorno interno energético, mental y emocional que propicie los ajustes necesarios a nivel etérico que permitan luego la recuperación a nivel físico.
Lógicamente, al revés, es lo mismo. el miedo y la desesperanza pueden dificultar la recuperación etérica y energética que luego facilita y permite la recuperación fisiológica. Igual que las emociones intensifican el poder del pensamiento para el moldeado de la realidad, el alineado de nuestras emociones y creencias con la intención de sanarnos, mejorar en algo, conseguir algo, crear algo, etc., crea un entorno interno que apoya la capacidad natural que tenemos para moldear nuestra experiencia de vida con nuestras proyecciones mentales.
La combinación mental y emocional como motor de todo lo que existe para nosotros
Por lo tanto, aunando los conceptos principales de este y el anterior artículo, os quiero hacer énfasis en que el pensamiento es mucho más que un acto mental; es el hilo con el que tejemos nuestra experiencia del mundo y este hilo aumenta en potencia según como nuestras emociones lo acompañen, lo tiñan o lo envuelvan. El trabajar con mayor consciencia e intención sobre este principio nos ayuda a empoderar la capacidad que tenemos para tomar un papel más activo en la creación de las cosas que nos pasan, procurando disminuir la sensación, muchas veces automática, de sentirnos víctimas de circunstancias externas.
El pensamiento consciente, cuando se alinea con emociones positivas y creencias constructivas, es una herramienta transformadora y nos permite vivir una vida más alineada con factores creativos y situaciones más positivas, teniendo en cuenta, además, que nos facilita el movernos a niveles más altos de realidad elevando nuestra vibración paulatinamente desde la línea temporal 33 hacia la línea temporal 42, donde el sustrato y energía que usamos para darle forma al mundo que emitimos tiene una vibración mucho más alta.
Al final, vuestro YS siempre va a intentar recordaros que sois creadores natos, diseñando constantemente el escenario de vuestra existencia mediante el flujo dinámico de vuestros pensamientos, creencias y patrones mentales, y que, a todo lo que aparentemente venga de fuera como una experiencia aparentemente contraria o negativa, se le puede dar la vuelta, trabajar con otro enfoque, descubrir su razón de ser evolutivamente hablando para con nosotros, y usarlo a nuestro favor, en tu realidad, para tu vida y para tus procesos, independientemente de lo que signifique “eso mismo” para otra persona, en otra realidad, en otro camino evolutivo o en otros procesos de aquellos que pueden estar, o no, usando «eso» para otras cosas muy distintas, y viviendo «eso mismo» de forma diferente, en su propia versión de las cosas que han creado en su holograma de realidad personal y con otros objetivos, intenciones o lecciones de vida asociadas distintas a las tuyas.